Momentos de crisis

¿Quién no ha tenido momentos de crisis en alguna de estas etapas? Es importante actuar lo antes posible, en cuanto lo pidan ellos mismos o sus padres. El apoyo terapéutico es necesario para ayudar a reconocer y expresar los sentimientos, mejorar los conflictos y buscar soluciones a los problemas.

Los niños/as y adolescentes tienen diferentes formas de pedir ayuda. Lo más fácil para los padres es que los hijos/as lo hagan de una forma verbal y directa, pero esto es lo menos habitual. Existen muchas formas de realizar la demanda, de expresar el sufrimiento del menor:

• Problemas conductuales
• Dificultades de aprendizaje
• Trastornos de la alimentación
• Fobias
• Miedos
• Ansiedades
• Dificultades en la relación con los demás
• Inseguridades
• Adiciones
• Enfermedades psicosomáticas
• Etc.

Encontrando soluciones

Lo esencial es saber que todos estos trastornos son la mejor respuesta encontrada por el psiquismo en formación del niño/a o adolescente para adaptarse a una realidad difícil para él/ella. De esta manera, con un acercamiento cariñoso y con todo el respeto, podremos acompañarle, servirle de apoyo al generar un vínculo seguro y posibilitar un fortalecimiento de su personalidad. El objetivo es que el niño/a y adolescente se sientan con las herramientas suficientes para afrontar sus realidades personales sin renunciar a sus particularidades.

No se trata de focalizar en el síntoma, más bien de entender éste como algo positivo pues permite canalizar una forma de expresión del sufrimiento. El terapeuta va más allá y permitirá al menor una expresión de los conflictos de forma más sana y enriquecedora para él. En el proceso es imprescindible contar con la familia y, en muchas ocasiones, con los profesores.