Cuánto dura un tratamiento de psicoterapia
El tiempo es un gran valor en nuestra sociedad actual. De ahí la pregunta de cuánto puede durar una terapia. Según la patología y el tipo de tratamiento el tiempo variará. En cualquier caso, lo más caro en tiempo y sufrimiento es la enfermedad.
La duración de un tratamiento depende de varios factores. Por un lado las características de la persona, por otro la naturaleza del problema y también la motivación, la constancia, los apoyos externos, la estabilidad afectiva, laboral, etc. Es fundamental reconocer la necesidad de ayuda, esto facilita una actitud receptiva favorecedora del éxito terapéutico.
Según sea el problema, la duración, la intensidad y la frecuencia de los síntomas van a influir en el tiempo necesario para alcanzar una mejoría significativa para la persona. Pero focalizar en los síntomas de la enfermedad es solo una alternativa para abordar el tratamiento.
Cuando la opción más recomendable es el psicoanálisis la duración del mismo se prolonga hasta que las resistencias inconscientes que opone el paciente ceden; es decir, hasta que la persona puede expresar sus deseos, temores, fantasías, recuerdos, sueños… y puede acogerlos como parte de su naturaleza y de su riqueza interior sin hacer juicios de valor sobre los mismos. Al final del tratamiento la persona es capaz de dar salida adecuada a todo lo que antes se expresaba a través de los síntomas patológicos y, de esta manera, vivir con plenitud.
El enfoque de un tratamiento basado en disminuir los síntomas, su frecuencia o intensidad, de una manera directa es el elegido cuando se necesita un resultado más rápido y/o cuando la persona no quiere o no puede profundizar demasiado en sí misma. Al mismo tiempo este abordaje proporciona a la persona herramientas para afrontar dificultades similares en un futuro.
La decisión de qué tipo de terapia es la más adecuada para el paciente la toma el profesional. La duración de cada sesión es aproximadamente de cincuenta minutos. Una vez iniciado el proceso es importante no tener en cuenta el tiempo transcurrido sino considerar el camino como lo más relevante. El final del tratamiento sucede cuando terapeuta y paciente están de acuerdo en que se han conseguido los objetivos propuestos en la terapia.
Según sea el problema, la duración, la intensidad y la frecuencia de los síntomas van a influir en el tiempo necesario para alcanzar una mejoría significativa para la persona. Pero focalizar en los síntomas de la enfermedad es solo una alternativa para abordar el tratamiento.
Cuando la opción más recomendable es el psicoanálisis la duración del mismo se prolonga hasta que las resistencias inconscientes que opone el paciente ceden; es decir, hasta que la persona puede expresar sus deseos, temores, fantasías, recuerdos, sueños… y puede acogerlos como parte de su naturaleza y de su riqueza interior sin hacer juicios de valor sobre los mismos. Al final del tratamiento la persona es capaz de dar salida adecuada a todo lo que antes se expresaba a través de los síntomas patológicos y, de esta manera, vivir con plenitud.
El enfoque de un tratamiento basado en disminuir los síntomas, su frecuencia o intensidad, de una manera directa es el elegido cuando se necesita un resultado más rápido y/o cuando la persona no quiere o no puede profundizar demasiado en sí misma. Al mismo tiempo este abordaje proporciona a la persona herramientas para afrontar dificultades similares en un futuro.
La decisión de qué tipo de terapia es la más adecuada para el paciente la toma el profesional. La duración de cada sesión es aproximadamente de cincuenta minutos. Una vez iniciado el proceso es importante no tener en cuenta el tiempo transcurrido sino considerar el camino como lo más relevante. El final del tratamiento sucede cuando terapeuta y paciente están de acuerdo en que se han conseguido los objetivos propuestos en la terapia.
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